jueves, 19 de diciembre de 2013

pequeña historia de terror

Serían las cinco de la mañana,Javier llegaba a su casa de salir con sus amigos de fiesta un sábado por la noche,entró y un silencio más que deseado le llegó a sus oídos,no esperaba que sus padres estuvieran despiertos esperando a que él llegara para comprobar su estado de embriaguez.
Subió la escalera que llevaba al segundo piso en el cuál se encontraba su habitación,la de sus padres y la de su hermana menor llamada Clara,abrió la puerta y se acostó en su cama aún vestido.
Escuchó un ruido,como si arañaran las paredes,se levantó celosamente y se dirigió hacia el origen del sonido:La habitación de su hermana.
Abrió la puerta,nada parecía fuera de lo normal,hasta que se fijó en la esquina que estaba frente a él,una figura negra estaba arañando las paredes formando una frase con sangre que le manaban de sus dedos prácticamente destrozados por el dolor.
Javier intentó encender la luz pero no pudo,no había,entonces cogió su móvil el cual siempre llevaba a mano y lo usó como linterna.
Era su hermana y la frase que estaba escribiendo era:La hora ha llegado.
Javier fue corriendo a socorrer a su hermana la cual parecía fuera de sí mientras llamaba a sus padres que parecían no escucharlo.
Su hermana se rió,pero no era su sonrisa típica,alegre,si no la de una loca psicópata.
-No pueden escucharte,ya no- Dijo mientras se pasaba la lengua por su labio inferior.
Javier tragó saliva y cerró la puerta rápidamente hechando el pestillo dejando a su hermana atrapada en su habitación.
O eso era lo que creía.
Pobre infeliz.
Salió corriendo para llegar a la puerta de su casa pero unas sombras se arremolinaban en la puerta,siseaban frases escalofriantes:Sangre...Necesito...Sangre.
Javier volvió a subir las escaleras pero su una figura estaba en la parte de arriba sosteniendo lo que parecían unas pelotas,una en cada mano.
-¿Qué te parece hermanito?
Javier se dio cuenta de que la figura era su hermana y lo que llevaba en la mano no eran unas pelotas si no...
-!!Papá,mamá¡¡-Gritó Javier.
Eran la cabeza de su padre y madre,estaban decapitados.
Su hermana empezó de nuevo a reirse de esa forma que hacía que los vellos del cuerpo se erizasen.
De pronto no era solo su hermana la que se estaba riendo,eran más voces.
Un trueno iluminó la sala y Javier pudo ver cómo las voces provenían de las cabezas de su padre y madre,no pudo evitar empezar a echarse a llorar.
¿Por qué le estaba pasando esto a él?
¿Sería solo un sueño?,sí lo era,lo debía ser.
Las risas pararon y todo quedó en silencio,su hermana avanzó quedando a centímetros de Javier.
Una fuerza invisible le tiró al suelo y empezó a ahorcarlo,dejándolo sin aire,su hermana se agachó y sonrió.
-Clara por favor,no quiero morir- Dijo sollozando.
-Hermanito esto es lo que te pasará si no te unes a nosotros
-¿Si me uno a vosotros no moriré?
Clara asintió.
-Todo depende de si quieres ser víctima o cazador,aún tienes una oportunidad
-¿Qué debo hacer?
-Empezarás la noche de nuevo,como si nada hubiera pasado,pero esta vez antes de llegar a casa trae un sacrificio para que él ocupe tu lugar
Javier asintió varias veces y Clara sonrió más,mostrando su dentadura perfectamente blanca manchada con sangre.

-Javi,¿estás aquí?- Dijo Jorge,el mejor amigo de Javier.
Este sin contestarle miró su reloj,las cuatro de la mañana.
-Sí,lo estoy
-Perfecto,por que ya nos vamos
Javier se quedó pensando un momento.
-Esto,¿Jorge?
-Dime
-¿Podrías quedarte a dormir en mi casa?,estoy solo y no me apetece pasar la noche solo
Jorge sonrió.
-De acuerdo
Juntos caminaron hasta la casa de Javier,este antes de entrar en la casa miró hacia la ventana de su hermana y se encontró con que ella le estaba observando,sonriendo y con una ''pelota'' en la mano.
Entraron en la casa.
Silencio total.

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